LA QUINTA DEL SORDO


LA QUINTA DEL SORDO


La Quinta del Sordo o Quinta de Goya, era el nombre de una extensa finca y casa de campo situada en una colina del antiguo término municipal de Carabanchel Bajo, a las afueras de Madrid, en la que vivió Francisco de Goya durante sus últimos años en España, antes de su exilio, se hallaban las Pinturas negras. En contra de la creencia popular, el nombre de la finca no se debía a la sordera del pintor, sino a la de un anterior propietario. Parte de la casa fue demolida en el verano de 1909, pero anteriormente, hacia 1876, se derribó el ala de las Pinturas negras, tras su arranque de los muros.
Goya adquirió esta villa el 27 de febrero de 1819, a un anterior propietario, Pedro Marcelino Blanco, que era sordo.
Esta casa estaba situada en los terrenos hoy delimitados por las calles Doña Mencía, Baena, Caramuel y Juan Tornero, en el distrito de Latina de Madrid, en la margen derecha del río Manzanares, y a unos 300 metros del puente de Segovia. Este lugar era a principios del s. XIX un paraje natural de huertas y casas de campo aisladas. Las descripciones que han llegado a nuestros días son de décadas posteriores a la muerte del artista, y dan a conocer un caserón de planta rectangular, con dos plantas. En los alrededores de la construcción habría zonas ajardinadas, huertos y terrazas de grava o arenilla.
La casa, que era de humilde factura y no muy buena calidad de construcción, debe su fama a la serie de las Pinturas negras realizadas con óleo al secco sobre el yeso de las paredes. Estas pinturas tenían pegados unos marcos de papel, estando el resto del paramento decorado con papel pintado con motivos florales y vegetales en la planta inferior
En 1859, Mariano Goya, nieto del maestro, vende la propiedad. A partir de 1873, el barón de Erlanger, aristócrata y banquero francés, es dueño de la finca titulada "Quinta de Goya". En 1874, Émile d'Erlanger, encarga el traslado a lienzo de las pinturas murales de Goya, para llevárselas a su mansión parisina. Convertidas en cuadros, se mostraron en el Palacio del Trocadero, de la Exposición Universal de París de 1878. Y acaba donando toda la serie al Museo del Prado, en 1881.En parte de los terrenos de la finca se construyó en 1884 la estación de Goya, hecho por el cual recibió su nombre. Daba servicio a una línea de vía estrecha que unía Madrid con el municipio toledano de Almorox; estación que cerró y fue demolida en 1970.
En 2016 se ha planteado la posibilidad de realizar una prospección con georradar, y posterior excavación arqueológica,​ en la zona donde estuvo la Quinta de Goya.


                

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